Rapala no es primer juego de pesca que existe, pero sí que podría llegar a ser el primer simulador. O al menos, el simulador más completo hasta el día de hoy. Normalmente títulos anteriores que normalmente solo vieron salida en ciertas consolas como la saga Exciting Bass o Sega Bass Fishing se caracterizaban por darle un toque arcade. Es decir, se exageraba la jugabilidad para que fuera más rápida y no fuera necesario saber mucho de pesca para divertirse un poco.

A partir de la licencia de Rapala, se intenta mostrar un juego que llega más a los apasionados del deporte que a los apasionados de los videojuegos. Es esencial saber usar los cebos adecuados para los peces adecuados y en las circunstancias adecuadas si queremos llevarnos la cena a casa. O no, porque lo malo del juego virtual es que da lo mismo lo bueno que seamos, que no pescaremos nada que se pueda cocinar.

500.000 acres de terreno mapeados para poder pescar todo tipo de pescados variados. Cada localización contiene datos reales en cuanto a su fauna, con una IA bastante buena que nos pondrá las cosas difíciles si queremos llegar a tener todos los trofeos. El enfoque de simulación es totalmente acertado y han dado de lleno en cuanto su ejecución. Lástima que la pesca no sea un deporte en que los programadores puedan realizar grandes proezas técnicas, ya que es lo que le falta a este título.

Gráficos

Representar un lago no es muy difícil. De hecho son lagos bastante pequeños y con pocos detalles. El verdadero reto de un juego así es representar el agua, pero tampoco tiene muchos detalles en ese aspecto. Algunos pequeños efectos de ondulaciones, algún que otro reflejo bien logrado, pero en general es bastante sencillo todo. Algunas texturas a baja resolución incluso llegan a asustar un poco cuando visualizamos el fondo del lago.

Las cámaras funcionan bastante bien mientras que no le den por cambiar de plano. En ocasiones esto provocará que no veamos si el sedal está estirado o colgando ya que perdemos la perspectiva de dónde está la barca y dónde el anzuelo. Una vez que estamos luchando contra un pez, los cambios de cámara ya importan menos ya que únicamente miramos la barra de tensión, pero se dejan ver algunas animaciones de peces saltando y luchando que animan un poco la monotonía de la pesca.

Sin embargo, esa misma cámara nos jugará malas pasadas cuando nos muestra como un pez se acerca al anzuelo y luego sale de plano. No sabremos por donde viene, ni como mover el anzuelo para que el pez pique de una vez. Incluso hay veces en que el pez se pone en primer plano sin llegar a decidirse morder y como no vemos nada más, nos tenemos que resignar a perder la presa.

Y poco más se puede decir, porque no hay para más. El motor gráfico no es que sea simple, es que tampoco da de sí como para explayarse demasiado. Quizás en general podría usarse texturas de mayor calidad y los pescadores tener más polígonos, pero tampoco sería una mejora sustancial. Los escenarios están bien representados, alguno con un sprite de fondo que sobresale un poco, pero en general bastante correctos para lo significa representar un lago.

Sonido

Si con el apartado gráfico he acabado rápido, este será todavía mucho más veloz. No hay música, no hay sonido. Bueno, sonido sí que hay, el suave repiqueteo del agua en la costa. Para decir la verdad, el agua siempre suena igual, pero es un sonido relajante, un sonido que nos ayuda a concentrarnos mientras realizamos nuestro deporte. La verdad es que algo de música, ni que fuera sólo en los menús tampoco costaba tanto. Pero Rapala es un simulador puro y duro, y si en la barca no hay radio cd, pues no se escucha música durante el juego y punto pelota.

Jugabilidad

Para los neófitos, si es que alguno se atreve a jugar, la guía de pesca nos enseñará todos los fundamentos de la pesca que necesitemos saber. Nos enseñará las diferencias de las diferentes localizaciones, los tipos de peces y sus características y nos dará prácticos consejos sobre cómo pescarlos. A partir de aquí podemos proceder a los tutoriales que dispone el juego y que nos enseñará a manejarnos con soltura. No es fácil manejarnos dentro del modo de pesca. De hecho es poco intuitivo inicialmente por lo que sin los tutoriales estaríamos bastante perdidos. Pero una vez que le coges soltura, la cosa no es tan difícil.

Existen una serie de torneos que se irán desbloqueando a medida que jugamos y existe un modo de pesca libre para cuando sólo queramos jugar a relajarnos un poco. Es uno de los pocos juegos en los que el modo libre sirve para algo más que para tener el índice de las pantallas visitadas. Podemos personalizar la partida a gusto y crearnos el reto que queramos. En este modo pues es el que el jugador medio pasará más tiempo a gusto. ¿Por qué? Porque el modo torneo llega a ser un poco desesperante.

Los torneos consisten en conseguir una serie de objetivos en un tiempo determinado. Para empezar, eso implica saber algo de pesca porque si no ponemos el cebo adecuado y nos movemos bien jamás pescaremos los peces que necesitamos. Y luego se necesita un componente de suerte, ya que cuando los peces no quieren aparecer no aparecen. Y claro esta, cuando aparecen después hay que pescarlos, que no es fácil. En definitiva, el modo torneo implica repetir una y otra vez las pantallas para poder avanzar y desbloquear los ítems.

El control es bastante completo. Primeramente deberemos controlar la barca para situarnos en el punto que deseemos. Hay que analizar la corriente y el tipo de pescado que buscamos para situarnos en el mejor sitio. Desde la barca podemos acceder al menú de personalización para seleccionar nuestra arma de caza. Podemos usar diferentes medidas y modelos de caña de pescar, hilos de pesca y claro está, de cebos con sus respectivos colores.

Una vez tenemos todo preparado entramos en el modo de pesca, o sea, nuestro personaje se levanta y podemos orientarlo a donde queremos tirar la caña. Su lanzamiento depende de una barra de potencia y del momento en que soltemos el hilo y llevar el cebo más o menos lejos no es fácil y requiere experiencia. De hecho, disponemos de diferentes estilos a la hora de lanzar para ajustarnos al que mejor se nos dé. Si un pez decide picar, deberemos conseguir anclarle bien el garfio con movimientos precisos.

Y a partir de aquí comienza la diversión de la pesca. El tira y afloja, manteniendo la cuerda en tensión sin que lleve a romperse ni se afloje. Cada pez se comporta diferente e incluso dentro de la misma especie depende del peso que haga más o menos fuerza. Esta bastante bien conseguido el efecto jugable respecto a otros títulos, pero también es un poco caótico. La figura del pescador en la parte inferior izquierda nos ayuda a situarnos para saber controlar la caña a la vez que damos o recogemos sedal. No es fácil, pero es que ser un buen pescador tampoco lo es.

Y aquí acaba toda jugabilidad posible, ya que la pesca no da más de si. Depende de lo aficionado que sea el jugador que le dure más o menos el juego, ya que torneos hay unos cuantos. Y luego está el modo libre que es el que seguro colmará las expectativas de los que buscan la mayor simulación. Sin embargo, al perder ese carácter más arcade implica que si no te gusta la pesca, poco provecho se le puede sacar al juego.

Conclusión

Para los que busquen un juego de simulación de pesca, será un bueno juego. Para los que quieran divertirse de una manera fácil, no les recomendaría este título. Lamentablemente los primeros son los menos, así que no puedo más que augurarle un reducido número de ventas. Aún así, quien sepa lo que esta buscando se sentirá gratificado ante este título.

Quizás de aquí a un tiempo los juegos de pesca se estandaricen, salgan mandos apropiados para jugar como el viejo mando de Dreamcast para el Sega Bass Fishing, y la pesca adquiera una importancia dentro del sector. También quizás las canicas sean un deporte olímpico algún día. Lo que es seguro es que un deporte de minorías como es la pesca, tiene su respectivo simulador de minorías, que es mucho más que lo que pueden decir otros deportes.

Lo mejor

- Enfoque de simulador.
- Una forma de aprender y comprender la pesca.

Lo peor

- Deporte minoritario.
- Da poco de sí a nivel técnico.
- La falta de mando específico.